martes, 30 de junio de 2009

..Primer Amor...

Nacieron ilusiones de las letras color turquesa.
Las mariposas querian salir de su estomago cada vez que lo escuchaba,
sus mejillas se ruborizaban cada vez que lo veía.

Escribía su vida en las noches estrelladas, sonreia de la nada y era feliz con la ilusión, esa que fue realidad una noche de septiembre.

Hacia frío y su nariz estaba helada, caminaron juntos hacia el jardín de su casa, se sentaron en una banca de fierro y comenzaron a charlar. Él le decia cosas bellas, ella escuchaba sin saber que decir y su nula experiencia en terminos amorosos se hacia ver.

Nunca antes labios ajenos a los de sus padres la habian tocado, y claramente no supo reaccionar, inmóvil recibio su beso.

Una sonrisa invadia sus rostros...

Así comenzaron el vuelo juntos. Cada mañana ella abria los ojos, daba gracias por estar viva y apretaba a "teodoro" (un conejo café de peluche)con todas la fuerzas que tenía.

Crecieron juntos.

Se reconocian a ojos cerrados, creo que aún se reconocen.

Èl era mas que un novio para ella, era su gran amigo, su confidente, su cómplice, su compañero, su refugio, su armadura...

Pero crecieron mucho y el sueño comenzó a desvanecerse, ambos cometiron errores.

Ha pasado mucha agua bajo el puente, y la esperanza de que el sueño siga en él son mas fuertes que las ganas de "olvidarlo".


No sé que hago escribiendo esto... tal ves no le gusté el final, pues sé tiene otro proyecto, otro sueño y no estoy en él.


te adoro

miércoles, 17 de junio de 2009

...Caminante...

Caminaba por la acera, el sol no la dejaba ver con claridad, pero daba el siguiente paso esperanzada en no encontrar un obstáculo que la derrumbase por demasiado tiempo. No esperaba no encontrar obstáculos en lo que quedaba de su camino, en cambio anhelaba una aventura, tal vez un desvío, algo que la sacara de la estructura...

Mientras cantaba el mundo le sonreía, aún cuando para el resto del mundo la melodía era somnolienta, a ella la despertaba y despertaba sus ganas de vivir.

Cuando el silencio invadía, su alma se volcaba en un papel y el papel expresaba su vida.

A veces se detenía y sentada bajo un árbol recordaba lo pasado, miraba hacia atrás y veía los obstáculos ya superados y con ello las huellas de quienes la ayudaban a ponerse de pie, porque nunca ha estado sola, aunque muchas veces si lo haya sentido. Muchas sensaciones la invadían, alegría, angustia, frustración… recordaba sus refugios con cariños y anhelaba que aun tuviesen un poco de calor para ella, pero la duda generaba un frio amargo en su alma.

En cada paso había crecido un poco, su aspecto tal vez había cambiado pero en esencia era la misma…

En algún momento de su peregrinaje decidió ponerse rodillera, casco y andar con un escudo por la vida, a la defensiva, y claro las caídas dolían menos pero andar así no la hacía sentir cómoda, tanta “protección” no le permitía disfrutar libremente. Aún estando inconforme permanecía cubierta. Pocos se atrevían a acercarse, asustaba un poco y su forma de ver la vida por algún tiempo no fue la más optimista y eso alejaba aun más a quienes intentaban acercarse.

Un día se cansó de las rodilleras y las sacó, no anduvo mucho y cayó. Tuvo dolor pero no la detuvo, se levantó y siguió su camino cantando con más fuerzas. Luego creyó no necesitar el casco y dejo que sus ideas volaran y que su cabello disfrutara de la brisa del viento… y se sintió libre un instante. No se atrevía a dejar el escudo, pues significaría vulnerabilidad absoluta. El casco y la rodillera la protegían de sus caídas, de sus tropiezos, en cambio el escudo la protegía del resto, del ataque de los pares, de esos que no creía malos pero que en sí podrían generar cariño y después arrebatarlo, sin previo aviso y eso la aterraba… pero se deshizo de él y se arriesgo.

Hoy anda sin escudo, sin protección. Y sigue su camino intentando cantar con fuerzas intentando sonreír aunque el mundo se derrumbe a su lado, pues mejor cantar y sacar el escombro que llorar sobre lo que yace en el suelo… tal vez, sería mejor conseguir alas!!

lunes, 15 de junio de 2009

...Divagando...


Caminaba descalza sobre el pavimento frio de una noche sin estrellas, el cielo no la guiaba, las calles eran desconocidas, siquiera recordaba cómo había llegado hasta ahí…

El suelo de aquel lugar no estaba exento de obstáculos cristalinos, signos de momentos de en busca de olvido. La gente era escasa, pero se detenían a mirar como huellas rojas iban marcando su paso… ese paso involuntario dado tan solo por el instinto. La noche avanzaba y la lluvia suavizó las marcas plasmadas sobre el antes opaco pavimento que se convertía en espejo al paso de los segundos.
No quería detenerse pero el dolor la hacía titubear, el mismo dolor que le hacía seguir caminando en busca de cobijo… no entendía porque sus ojos seguían la lluvia, pues generosos ayudaban a inundar las calles de la mal planificada ciudad…

Agotada, cansada de buscar refugio, decidió acostarse sobre la vía, con el cuerpo tendido sobre aquel encharcado lugar, miraba el cielo en busca de una estrella solitaria pero nada conseguía, sólo gotas que caían sobre su rostro y su cuerpo, gotas que bailaban y luego se unían al agua que corría por su lado, y seguían su curso en el anhelo de ser mar…
Luego de un rato no sentía las extremidades, una voz interior le decía; “anda! Levántate camina o morirás” pero no tenia las fuerzas para levantarse…
…cerró los ojos en busca de aquella estrella solitaria y la vislumbró, pero ya no estaba sola y no era el reflejo de su alma el que lo acompañaba (como era su anhelo), no obstante sonrió, le era grato sentir que aquella luz que tanto buscaba resplandeciera…
Abrió los ojos, sin saber de dónde provino la fuerza, se puso de pie. Caminó sin rumbo y sin sueños, ya no se atrevía a crear más ilusiones.
Tan solo un sueño persistía, era implacable, estaba protegido dentro de su alma en una caja de acero inoxidable transparente, ni las lágrimas, con su alto contenido salino, lograban corroerle…