miércoles, 17 de abril de 2013

En el horizonte el sol coloreaba las nubes tiñendo los escasos minutos de luz que quedaban. Mientras los segundos pasaban  el espectáculo de las nubes disfrutando del mar se apagaba y comenzaba la espera con la llegada de la oscuridad...


miércoles, 3 de abril de 2013

Nuevamente trato de reconciliarme contigo, ya han pasado años lejos de ti y te extraño pero no sé como acercarme.

Innumerables veces he comenzado este intento sin llegar a buen término, trato de pensar en aquellas cosas que nos unían, las estrellas, la naturaleza, el amor, desamor, la melancolía, la soledad…Anhelos de días en las nubes, de sueños musicalizados, árboles que se desprenden de sus hojas en una lluvia otoñal.

…Pero no lo consigo, los intentos se pierden en el bosque y tu nombre vuelve a tener sentido…Ya no logro refugiarme en ti, y como hace ya varios años el resultado sigue siendo una hoja en blanco.

martes, 4 de agosto de 2009

Un nuevo intento perdido en el bosque

Estaba sentada esperando que las palabras llegaran a su pluma, el tiempo corría y el papel seguía como la niebla matutina de aquel lejano pueblo.

Se sentía frío desde el balcón, los vidrios estaban empañados del otro lado gracias al calor de la salamandra. No estaba planeado escribir una carta pero las palabras comenzaron a fluir, y la pluma comenzó a despejar el cielo, a pintarse de azul.

“En este instante te recuerdo, me recuerdo... Era invierno, llovía cuando comenzó la aventura, corríamos como escapando del agua que incesante nos bañaba, corríamos acariciando al viento. Cuando llegamos a la orilla, al borde del risco, nos sentamos a ver como el mar extendía sus brazos en busca del abrazo que no llegaba y se retiraba rasguñando la arena, juntando fuerzas para alcanzar a quien lo envolvería en el calor que esperaba.

Nos paramos, corrimos intentando volar, de la mano…

Te recuerdo empapado bajo el tejado, como las gotas recorrían tu cara, como la impaciencia te atrapaba y tus manos temblaban sujetando la llave que buscaba la cerradura. Recuerdo mi impaciencia… entramos a casa, te abrace y te despojé de del frío que traías a cuesta, te cubrí con mi cuerpo, me convertí en el agua que te bañaba, tú fuiste viento y juntos fuimos mar...

¿Te acuerdas?

No ha sido fácil tu ausencia, tu olor me sigue y busco tu sombra cuando camino. ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué tu recuerdo invade esta hoja?... ¿Porque me dejaste con el fruto de la aventura bebiendo incesante?

Sé que hoy me miras y lees estas líneas, sé que como yo quieres abrazarme y proteges al que robó tus ojos y tu sonrisa…

Te Amo”

El cielo ya era azul cuando el dulce sollozo del niño la llamó, cuando sus pechos se descubrieron, cuando los ojos del niño sonrieron.

lunes, 13 de julio de 2009

Un Viejo Nuevo Intento (sin Título)

Era un día cálido el que partía acompañado de nubes que jugaban a rodear el sol, desfilando majestuosas por el cielo, con vestidos de colores bailaban al son de los cánticos de las aves que con alegres melodías amenizaban la mañana.

Caminaba silenciosa, divagaba por los campos contemplando la belleza que la rodeaba. Cuando el cansancio se apoderó de su cuerpo se cobijó bajo un frondoso árbol que se desvestía con las caricias del viento. Disfrutaba de la lluvia de hojas que caían sobre su cuerpo.

El viento también la acariciaba y dibujaba en su rostro… Sonreía.

Las horas pasaban y la melancolía se tomó el ocaso. El anhelo de compartir los momentos la inundó y los ojos se cerraron en busca de un cálido recuerdo.

Fue una tarde fría en que la nostalgia se apoderó del cielo, las nubes no bailaban y sus trajes eran oscuros, amenazando con una noche sin constelaciones y con bañar los prados.

La noche llegó con un aguacero que la regó de sueños. Mientras el agua caía por sus mejillas, mientras sus pies chapoteaban y sus ojos buscan charquitos, se visualizó, se detuvo y viajó por el tiempo, en un segundo volvió a su niñez cuando el viento la cubría de temores y corría a los brazos de su madre. Al instante era una anciana que sentada junto a un árbol que llovía, sonreía mientras una mirada cómplice la llenaba del calor que anhelaba y un abrazó la invitó a volar.



Pd. esto lo escribí hace unos meses, en mis días de soledad por el sur de Chile.

domingo, 12 de julio de 2009

un borrador olvidado y sin nombre

El viento soplaba con gran ímpetu, se formó una bataola, todos corrían, no era usual una ventolera tamaña en pleno verano. Las tejas de las casas comenzaban a volar, mientras una niña se escondia tras un árbol, asustada...

Cada vez con mas fuerza el viento corría, arrastrando todo lo que pillaba en su camino. El polvo no dejaba distinguir con claridad lo que había por delante.

El miedo a quedar sola hizo que la niña caminara sin rumbo. No logró caminar demasiado cuando choco con un señor alto, con una larga barba plomiza, y ojos intensos, que estaba detenido en medio de la multitud que se dispersaba entre gritos y sollozos desesperados.

El hombre al ver a la niña se inclino, la miro con ternura. Juntos se sentaron en un rincón, miraban lo que acontecía, hablaban y buscaban entre la multitud a alguien conocido para la pequeña.

Cuando el viento dejo de soplar se pararon, por unos segundos observaron los efectos de aquel fenómeno, luego comenzaron a caminar.
De pronto a lo lejos, en medio de polvo se observo la silueta de una joven mujer que corría ente llantos y gritos desesperados. La niña corrió y un abrazo y un olvido ahí nació.

martes, 30 de junio de 2009

..Primer Amor...

Nacieron ilusiones de las letras color turquesa.
Las mariposas querian salir de su estomago cada vez que lo escuchaba,
sus mejillas se ruborizaban cada vez que lo veía.

Escribía su vida en las noches estrelladas, sonreia de la nada y era feliz con la ilusión, esa que fue realidad una noche de septiembre.

Hacia frío y su nariz estaba helada, caminaron juntos hacia el jardín de su casa, se sentaron en una banca de fierro y comenzaron a charlar. Él le decia cosas bellas, ella escuchaba sin saber que decir y su nula experiencia en terminos amorosos se hacia ver.

Nunca antes labios ajenos a los de sus padres la habian tocado, y claramente no supo reaccionar, inmóvil recibio su beso.

Una sonrisa invadia sus rostros...

Así comenzaron el vuelo juntos. Cada mañana ella abria los ojos, daba gracias por estar viva y apretaba a "teodoro" (un conejo café de peluche)con todas la fuerzas que tenía.

Crecieron juntos.

Se reconocian a ojos cerrados, creo que aún se reconocen.

Èl era mas que un novio para ella, era su gran amigo, su confidente, su cómplice, su compañero, su refugio, su armadura...

Pero crecieron mucho y el sueño comenzó a desvanecerse, ambos cometiron errores.

Ha pasado mucha agua bajo el puente, y la esperanza de que el sueño siga en él son mas fuertes que las ganas de "olvidarlo".


No sé que hago escribiendo esto... tal ves no le gusté el final, pues sé tiene otro proyecto, otro sueño y no estoy en él.


te adoro

miércoles, 17 de junio de 2009

...Caminante...

Caminaba por la acera, el sol no la dejaba ver con claridad, pero daba el siguiente paso esperanzada en no encontrar un obstáculo que la derrumbase por demasiado tiempo. No esperaba no encontrar obstáculos en lo que quedaba de su camino, en cambio anhelaba una aventura, tal vez un desvío, algo que la sacara de la estructura...

Mientras cantaba el mundo le sonreía, aún cuando para el resto del mundo la melodía era somnolienta, a ella la despertaba y despertaba sus ganas de vivir.

Cuando el silencio invadía, su alma se volcaba en un papel y el papel expresaba su vida.

A veces se detenía y sentada bajo un árbol recordaba lo pasado, miraba hacia atrás y veía los obstáculos ya superados y con ello las huellas de quienes la ayudaban a ponerse de pie, porque nunca ha estado sola, aunque muchas veces si lo haya sentido. Muchas sensaciones la invadían, alegría, angustia, frustración… recordaba sus refugios con cariños y anhelaba que aun tuviesen un poco de calor para ella, pero la duda generaba un frio amargo en su alma.

En cada paso había crecido un poco, su aspecto tal vez había cambiado pero en esencia era la misma…

En algún momento de su peregrinaje decidió ponerse rodillera, casco y andar con un escudo por la vida, a la defensiva, y claro las caídas dolían menos pero andar así no la hacía sentir cómoda, tanta “protección” no le permitía disfrutar libremente. Aún estando inconforme permanecía cubierta. Pocos se atrevían a acercarse, asustaba un poco y su forma de ver la vida por algún tiempo no fue la más optimista y eso alejaba aun más a quienes intentaban acercarse.

Un día se cansó de las rodilleras y las sacó, no anduvo mucho y cayó. Tuvo dolor pero no la detuvo, se levantó y siguió su camino cantando con más fuerzas. Luego creyó no necesitar el casco y dejo que sus ideas volaran y que su cabello disfrutara de la brisa del viento… y se sintió libre un instante. No se atrevía a dejar el escudo, pues significaría vulnerabilidad absoluta. El casco y la rodillera la protegían de sus caídas, de sus tropiezos, en cambio el escudo la protegía del resto, del ataque de los pares, de esos que no creía malos pero que en sí podrían generar cariño y después arrebatarlo, sin previo aviso y eso la aterraba… pero se deshizo de él y se arriesgo.

Hoy anda sin escudo, sin protección. Y sigue su camino intentando cantar con fuerzas intentando sonreír aunque el mundo se derrumbe a su lado, pues mejor cantar y sacar el escombro que llorar sobre lo que yace en el suelo… tal vez, sería mejor conseguir alas!!